Una retrospectiva hacia el Bicentenario de Trujillo por Angie De La Cruz (I.E. Portal de Belén)
- Somos Bicentenario
- 18 nov 2020
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Estamos a puertas de conmemorar el bicentenario del Perú, una fecha memorable en la cual celebramos doscientos años de la proclamación de nuestra independencia nacional. Si reflexionamos sobre la trascendencia de este acontecimiento, entendemos que es realmente único porque sucede cada siglo y ante ello nuestra generación tiene el privilegio de presenciarlo. En efecto, ¿sabían que la ciudad de Trujillo fue la primera en gritar “somos libres”? sí así fue, además gracias a ello fue la base y el soporte para guiar al Perú hacia la independencia, tan importante fue su aporte que incluso el mismo José de San Martín dijo: “El Perú le debe su independencia a Trujillo”. De esa manera nuestra noble e ilustre ciudad dio el ejemplo al lograr un sueño no tan lejano llamado libertad.
¿Cómo llegamos a aquella tan ansiada libertad?, cuando España estaba bajo la dinastía de los Habsburgos, la ciudad de Trujillo tuvo una importante labor geopolítica y teológica, sin embargo, posterior a la guerra de sucesión española y el ascenso a la corona por parte de los borbones, trajo como consecuencia la aplicación de reformas, por citar un ejemplo: los corregimientos fueron suprimidos y se crean las intendencias. En consecuencia, para 1784 la ciudad de Trujillo paso a ser la capital de la intendencia del mismo nombre y para 1810 la intendencia de Trujillo se componía de ocho provincias: Trujillo, Piura, Chachapoyas, Chota, Cajamarca, Lambayeque, Huamachuco y Pataz o Cajamarquilla (Aldana, 2020, pp. 51-52).
Para 1808, el emperador francés napoleón Bonaparte invadió España y obligó a que el rey español Fernando VII abdique la corona a su hermano José Bonaparte. Ante dicho suceso lo más idóneo que hizo el virrey Abascal fue decretar que todas las provincias del virreinato del Perú jurarán fidelidad y contribuyeran económicamente a la causa que era expulsar al ejército imperial francés del territorio de la madre patria España. En consecuencia, la ciudad de Trujillo se convirtió en el foco de irradiación realista en todo el norte, suprimiendo a todo intento subversivo (Chigne, 2011). Pues bien, en 1809 la Junta Central española invitó a formar parte de las cortes, ante ello y en consecuencia de las reuniones en Cádiz, para 1812 llegó la noticia que la se había promulgado una Constitución Política de la Monarquía Española de tendencia liberal. En ese documento se establece que todos los ciudadanos españoles incluidos indios, mestizos y extranjeros nacionalizados, tendrían los mismos derechos y deberes y representatividad en la metrópoli, además de otros puntos. La noticia fue bien recibida en la ciudad de Trujillo en donde se celebró en su plaza de armas a la cual se le renombro como Plaza de la Constitución. Por aquellos años la carta magna española reforzó la fidelidad de las colonias hacia España e incluso para el 19 de febrero de 1814, la ciudad de Trujillo recibió el título de “Muy Noble y Siempre Leal” (Chigne, 2020, pp. 91-92).
No obstante, es necesario preguntarse ¿cuál fue el detonante que les hizo cambiar de mentalidad?, la trayectoria cambiaría radicalmente cuando en 1814 el rey Fernando VII recuperó su corona decidió anular la Constitución de 1812 y restituyó el absolutismo en España. Ante ello gran parte de diversos sectores sociales en América analizaron su realidad y decepcionados de la decisión del rey, adoptaron por el inicio del proceso de emancipación el les legaría su libertad e independencia con respecto a España.
Años más tarde cuando empezaron a realizarse los primeros movimientos emancipadores en los Virreinatos de Rio de la Plata y Nuevo Granada, los líderes de ambos frentes entendieron que su independencia no estaba segura y que peligraba mientras en el Virreinato del Perú existiera el poder central de español. En esta coyuntura el proyecto del general José de San Martín tuvo como primer paso cruzar la cordillera de los Andrés e independizar la Capitanía General de Chile, para luego dirigirse vía marítima al Virreinato del Perú, en donde desembarcó en Paracas en septiembre de 1820, e inmediatamente fue invitado por el virrey para reconocer el restablecimiento de la Constitución liberal española.
Ya instalado su cuartel general en Huara, San Martín es informado sobre la captura de un emisario con una carta del intendente de Trujillo, José Bernardo de Tagle y Portocarrero mejor conocido como el “Marqués de Torre Tagle”, dicho documento estaba dirigido al virrey Joaquín de la Pezuela (Trujillo, 2020, pp. 136-137). Esto fue un hecho imprescindible que marcaría el inicio de nuestro proceso emancipatorio. Al leer la carta, San Martín quedó atónito al entender su contenido el cual informaba al virrey que Trujillo estaba empezando una rebelión debido que no contaba con un buen cuidado por parte de la intendencia de Lima. Aprovechando la oportunidad, San Martín tomó la carta y le transcribió al intendente Torre Tagle incitándolo a unirse a la causa libertadora.
Se sabe que posteriormente el obispo de Trujillo, José Carrión y Marfil, muy realista y fiel a España, mediante su notario José López Merino, informó a los realistas de Quito, los planes del intendente de Trujillo. En consecuencia, el brigadier de Cuenca, Melchor de Aymerich designó al coronel de caballería del batallón Numancia, Carlos Tolrá, la misión de deponer de la intendencia a Torre Tagle (Rebaza, 1898, pp. 18-20). Este personaje, Tolrá arribó en diciembre para programar y ejecutar su misión, pero su indiscreción le llevaría a truncar su plan, pues compartió la información que era confidencial contra el intendente a un comerciante de tabaco, Blas Mejía. Este último, comunicó al Torre Tagle de lo que estaba por suceder, ante ello el intendente dispuso un contraataque sorpresivo, en el cual fueron sorprendidos y apresados los jefes y oficiales de Tolrá, sin embargo, este logró, escapar marchándose a Cajabamba (Centurión, 1969, p. 74)
Lo mencionado en líneas anteriores nos lleva a reflexionar si todos los trujillanos estuvieron de acuerdo con la gesta del proceso emancipatorio. La respuesta más obvia fue que algunos sectores como la élite criolla temían perder todos los privilegios que contaban, pero en el momento de verse acorralados por ese sentimiento que movía masas, el anhelo de libertad y al ver que ya no podían ir en contra, no les quedo más que acéptalo e incluso el mismo Torre Tagle en un inicio no estaba de acuerdo con este proceso, pero terminó apoyando la causa emancipatoria porque entendió que era algo inevitable.
La ciudad de Trujillo desde el 22 de diciembre se encontraba sin presencia del poder realista, entonces el intendente Torre Tagle se reunió en cabildo con los personajes más ilustres de la ciudad el día 24, para disponer los preparativos de la independencia. Fue en ese momento cuando se acordó que la proclamación debería ser el día 29, momento en el cual debía flamear la primera bandera peruana propuesta por San Martín, dicha confección cayó en manos de Micaela Muñoz Cañete. Llegado el 29 de diciembre de 1820, el intendente de la ciudad Trujillo pronunció un breve discurso y anunció el apoyo militar de San Martin, seguidamente Torre Tagle renunció al cargo de intendente, pero el cabildo no lo aceptó y le propusieron continuar en el gobierno, con el título de “Presidente Departamental” (Rebaza, 1898, p. 33). Acto seguido se anunció a los trujillanos que se acababa de proclamar y jurar la independencia de Trujillo, momento en el cual la bandera española fue reemplazada por la bandera nacional, además se dio la orden de iniciar las proclamaciones en todos los partidos de la intendencia (R ebaza, 1898, p. 34).
Trujillo nuestra ciudad ya había proclamado su independencia y dentro del contexto nacional fue un gran paso para trazar el camino hacia la independencia nacional. Sin embargo, en adelante tuvo que derramarse mucha sangre de patriotas que anhelaban la libertad, en las batallas de Otuzco e Higos Urco. En el año de 1821 el general San Martin promulgó el reglamento en el cual se creó el “Departamento de Trujillo”, capital provisional del Perú en 1824 y en 1825 con la consolidación de la independencia, el Departamento de Trujillo obtuvo el nombre que conocemos en la actualidad “Departamento de La Libertad”. Finalmente, Cajamarca, Lambayeque, Piura y Amazonas se separaron de La Libertad, no obstante, La Libertad siguió siendo el departamento más importante de todas ella.
Como trujillanos debemos sentirnos orgullosos del legado histórico durante la gesta emancipatoria, pues nuestra ciudad y todo el norte peruano fueron pieza clave para lograr la independencia nacional del Perú, porque en un primer momento fue una lucha del norte contra el centro y el sur, sin embargo, incentivamos a otras ciudades a unirse a la conquista de la libertad, legándonos una nación soberana e independiente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aldana, S. (2020). Un Norte y un Gran Norte para el Bicentenario. Reflexiones en torno a la independencia nacional desde la región. En F. San Martín & V. Dieguez. (eds)., Trujillo, capital de la Independencia del Perú. (pp. 27-88). Grafica Real S.A.C.
Centurión, H. (1962). La Independencia de Trujillo (Apuntes para la Historia de Trujillo-1800-1821). Revista Universitaria N° 21-22, 1962.
Chigne, J. (2011). El impacto del liberalismo hispánico en el norte del Perú. Actitudes del cabildo y la élite de Trujillo. [Informe de bachiller, Universidad Nacional de Trujillo].
Chigne, J. (2020). La independencia de Trujillo: emisora de la libertad política del Perú (1808-1824). En F. San Martín & V. Dieguez. (eds)., Trujillo, capital de la Independencia del Perú. (pp. 89-117). Grafica Real S.A.C.
Rebaza, N. (1898). Anales del departamento de La Libertad en la guerra de la Independencia. El Obrero del Norte.
San Martín, F & Dieguez, V. (eds). (2020). Trujillo, capital de la Independencia del Perú. Grafica Real S.A.C.
Trujillo, I. (2020). El concepto de Patria en la ciudad de Trujillo: una aproximación al lenguaje político de la élite trujillana, 1808-1824. En F. San Martín & V. Dieguez. (eds)., Trujillo, capital de la Independencia del Perú. (pp. 119-149.). Grafica Real S.A.C.

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