Un compromiso por La Libertad por Jairo Jalca Valdivia (I.E. William Harvey)
- Somos Bicentenario
- 18 nov 2020
- 6 Min. de lectura
Aquella madrugada del 29 de diciembre de 1820 un hombre desde su balcón observaba el amanecer y pensaba que aquel día cambiaría la vida de todo un pueblo y con ello el de toda una nación, podemos imaginarnos como habrá sido pensar en las palabras con las que precisaría la libertad para una ciudad que ansiaba ser libre, ¿qué diría en tan magno evento?, ¿cómo expresar el sentir de todo un pueblo que había sido oprimido y maltratado?, cansado después de tres siglos de esclavitud, de tanto abuso recibido; pensó acaso que aquel día iba hacer conmemorado con tanta alegría 200 años después. Entonces nos preguntamos, ¿cuál fue la razón que incitó a este ilustre hombre hacia la gesta libertaria? Formar una patria. Pero, qué patria, ¿Patria es lo que hacía referencia el Mercurio Peruano con su artículo: «Idea General del Perú»? ¿Patria es a la que hacía referencia Vizcardo y Guzmán cuando enviaba su «Carta a los españoles americanos»? ¿Patria es lo que surgió del Nacionalismo Inca y su reivindicación por parte de Túpac Amaru II?
Como dijo Ovidio: el amor a la patria es más patente que la razón misma. Hoy, es muy fácil creer en patria quizás porque aquí nacimos, porque entendemos que es patria; pero imagínense hablar de patria en nuestros inicios, en nuestros albores republicanos; creer en la existencia de algo sin nunca haberlo visto, algo magnífico que el pueblo liberteño emprendió. En esos tiempos, habían tantas definiciones para patria como por ejemplo las que refiere el maestro Pablo Macera en su libro Historia del Perú (s.f.): “patria imperial, patria continental y la patria nacional”; son tantas las maneras de definir a una palabra. En la actualidad, ya tenemos una definición precisa la cual sería: país o lugar en el que se ha nacido o al que se pertenece por vínculos históricos o jurídicos. Para mí, patria debería definirse como el amor, admiración que sientes hacia tu país, hacia todas las personas heroicas de tu provincia que lucharon frente a las adversidades para poder ser un pueblo libre donde no haya esclavismo, opresión ni maltrato; quizás Torre Tagle pensó en eso, en dar su granito de arena para hoy en día disfrutar de una patria libre y soberana. Recordado no solo por sus cosas malas sino que en su corazón sintió que es momento de devolverle el favor a la tierra que lo albergó y así poder formar una patria nueva.
Retrocedamos 200 años atrás justo en el momento de la caminata que estaba dando Torre Tagle hacia el lugar donde proclamaría la independencia de Trujillo. ¿En qué estaría pensando? Creo que pensaba en el futuro, aquello que marcaría nuestra historia, que dejaría huella y sería recordado como el hombre que independizó a la primera ciudad del norte del Perú.
Ese día en todo el pueblo liberteño se destacaron tres valores: abnegación, todo hombre en ese momento renunció a sus propios deseos, afectos, pensamientos e intereses; además todo hombre desde el más pequeño hasta el más grande estaban comprometidos con ayudar al naciente pueblo. Torre Tagle renunció a su abolengo español, a lo que su sangre representaba y solo se dejó llevar por el corazón incitado por las ideas libertarias del General Don José de San Martín; por lealtad, se entiende que cada persona de aquella época si fuese necesario hubiera dado su vida por la patria, aunque aún no comprendían el significado de esta palabra, sé que sin dudarlo hubieran luchado por ella, por buscar un pueblo donde puedan vivir en paz donde no haya opresión ni esclavitud sino todo lo contrario; finalmente, la solidaridad que tuvo el naciente pueblo liberteño por ayudar a la consolidación de la independencia nacional. Me conmueve saber que existió gente capaz de ayudar a personas que no conocían y que vivían a muchos kilómetros de distancia, se observó la solidaridad que tanto quisiera ver hoy en día, reflejada en las acciones de mis compatriotas.
Bien claro está dicho en esa curiosa frase de origen misterioso, Trujillo fue la savia del frondoso árbol de la libertad.
San Martín después elogiaría la acción histórica del pueblo trujillano: Si no se levanta Trujillo, hubiera tenido que reembarcarme a Chile, sin saber cuáles habrían sido las consecuencias para los patriotas y la independencia del Perú. Estas palabras quedarán escritas en los corazones de todos los trujillanos.
Por eso la Independencia de Trujillo, no solo es la independencia de un pueblo, sino la lucha valerosa de miles de hombres y mujeres que, levantaron sus puños y sus voces en busca de la libertad aportando así a la noble gesta libertaria de la independencia del Perú. Debemos tener en cuenta que ese día aprendimos que el compromiso es la respuesta valiente de quienes no quieren malgastar su vida, sino que desean ser protagonista de la historia.
Me pregunto, qué respuesta emitirían nuestros antepasados que lucharon por la libertad de nuestra provincia, a la siguiente pregunta: ¿Qué significa para ti La Libertad?, cuando comencé a pensar cómo escribir sobre La Libertad, me quedé en blanco, una ciudad tan arraigada en mi vida y, sin embargo, no encontraba las palabras que describieran correctamente mi sentir. Las razones para amar a esta región y sentirme orgulloso de ser liberteño pueden ser muchas pero, me basta una sola, el de vivir en una “ciudad libre”…Sí, habitamos en una ciudad que, pese a sus defectos e injusticias, vive en libertad que es el bien más preciado por toda la Humanidad.
La Libertad también significa para mí, una región que cautiva por la gran diversidad de atractivos culturales y naturales imponentes en su territorio, tales como Huacas de Moche, Chan Chan, Casonas Coloniales, Mural de la Universidad Nacional de Trujillo, Reserva y Santuario de Calipuy; además por nuestros fértiles valles, la inmensa riqueza de nuestro mar y la deliciosa comida norteña, pueblo lleno de gente solidaria, campechana, trabajadora que cada día busca lo mejor a pesar de las dificultades, a pesar de sufrir una caída siempre dan la frente, se levantan y vuelven con más fuerza.
Ante el infortunio del destino, frente a las más grandes batallas surge aguerrido todo ciudadano trujillano, que se nutre de sus ideales y sentimientos los cuales buscan tener una ciudad mejor. El ciudadano como razón de ser, implica un compromiso con, por y para la ciudad, en coexistencia con sus semejantes teniendo como fin supremo el bienestar común.
Todos nos merecemos vivir en un lugar digno, por eso te invito a que te involucres a asumir el reto, comprometiéndote con cosas concretas como no botar basura en la calle, ceder los asientos en los buses, respetar a las personas y sobre todo a las personas mayores, a ser puntuales, a actuar con transparencia y respetar a los demás. Estoy seguro que juntos lo lograremos, como refiere Constenla, citando a Lehman (2019): “El compromiso es hacerse el tiempo cuando no lo hay, es cumplir con lo dicho aún en las condiciones más adversas, es el material con el que se forja el carácter para poder cambiar las cosas”, necesitamos más compromiso para poder construir una sociedad más justa, solidaria, responsable, equitativa y sostenible.
Todo el pueblo que luchó por la independencia de la Intendencia de Trujillo hace 200 años encabezado por Torre Tagle, nos regaló libertad, pero hoy ¿Qué le regalaría? He reflexionado cuál sería el mejor regalo para esta maravillosa ciudad, sin duda alguna hay muchas cosas que le regalaría en su bicentenario y me es difícil decidir cuál elegiría. He escuchado que le regalarían a La Libertad una sociedad más justa, solidaria, responsable, equitativa, sostenible, sin embargo, le daría algo fundamental para poder lograr lo antes mencionado, sí, le regalaría compromiso aquel que tuvo José Faustino Sánchez Carrión, hombre de letras y de leyes, que no dudó ni un segundo en aportar a la naciente República un ideario nacional, un ideario de patria para la posteridad.
Sánchez Carrión, ilustre ideólogo de la República es menester en fechas como la que hoy celebramos, recordar su ilustre obra y su ejemplo de compromiso; hoy somos la base de esta región y depende de nosotros que La Libertad pueda conseguir una sociedad más justa, solidaria, responsable, equitativa, sostenible y eso se puede lograr con compromiso; las palabras quedan vacías de contenido cuando la acción no la acompaña, para alcanzar los fines propuestos con uno mismo, con todos los que te rodean y con todos lo que te “comprometes”, Sánchez Carrión llamaba a esto “caridad civil”.
En conclusión, son desdichados los 200 años que nos preceden, ¿cuántos años más necesitamos?, es momento como ciudadanos hacer la diferencia, seamos el cambio que La Libertad necesita, pongámonos de pie, asumamos el reto, tomemos responsabilidad por nuestras acciones, hagamos de nuestra región y de nuestra patria un presente y futuro democrático en donde nuestro único caudillo sea la Constitución. Seamos hombres de fe en las leyes, hombres que con osadía buscan la más utópica empresa de hallar la justicia social.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Macera, P. (s.f.). Historia del Perú, Independencia y República. Lima: Editorial Bruño.
Porras, R. (1974). Ideólogos de la Emancipación, Lima: Editorial Milla Batres.
WEBGRAFÍA
Constenla, J. (2019). Correo Gallego: El Compromiso. Recuperado desde: https://www.elcorreogallego.es/hemeroteca/compromiso-IMCG1177492

Opmerkingen